¿QUÉ ES LA
INFLACIÓN?
En economía,
la inflación es el aumento sostenido y generalizado del nivel de precios de
bienes y servicios, medido frente a un poder adquisitivo estable. Se define
también como la caída en el valor de mercado o del poder adquisitivo de una
moneda en una economía en particular, lo que se diferencia de la devaluación,
dado que esta última se refiere a la caída en el valor de la moneda de un país
en relación con otra moneda cotizada en los mercados internacionales, como el dólar
estadounidense, el euro o el yen.
También la
inflación es la continua y persistente subida del nivel general de precios; se
mide mediante un índice del coste de diversos bienes y servicios. Los aumentos
reiterados de los precios erosionan el poder adquisitivo del dinero y de los
demás activos financieros que tienen valores fijos, creando así serias
distorsiones económicas e incertidumbre. La inflación es un fenómeno que se
produce cuando las presiones económicas actuales y la anticipación de los acontecimientos
futuros hacen que la demanda de bienes y servicios sea superior a la oferta
disponible de dichos bienes y servicios a los precios actuales, o cuando la
oferta disponible está limitada por una escasa productividad o por
restricciones del mercado. Estos aumentos persistentes de los precios estaban
históricamente vinculados a las guerras, hambrunas, inestabilidades políticas y
otros hechos concretos.
Es un
desequilibrio económico caracterizado por la subida general de los precios y
provocado por la excesiva emisión de billetes de banco, un déficit
presupuestario o por falta de adecuación entre la oferta y la demanda.
La inflación
es la presencia en la circulación de una gran cantidad de papel moneda que
rebasa las necesidades de la circulación de mercancías o que sobrepasa a la
cantidad de oro que lo respalda.
TIPOS DE INFLACIÓN
Cuando la
subida de los precios sigue una tendencia gradual y lenta, con una media anual
de unos pocos puntos porcentuales, no se considera que la inflación sea una
amenaza seria para el progreso económico y social. Puede incluso llegar a
estimular la actividad económica: la sensación de que la renta personal está
creciendo por encima de la productividad puede estimular el consumo; la
inversión en la compra de viviendas puede aumentar, al anticiparse la
apreciación futura de los precios; la inversión de las empresas de negocios en
fábricas y maquinaria puede crecer, puesto que los precios aumentan por encima
de los costes, y los individuos, las empresas y los gobiernos que piden
prestado descubren que pagarán los préstamos con dinero que tendrá un menor
poder adquisitivo, por lo que tendrán un mayor incentivo para pedir dinero
prestado.
Más
preocupante resulta el crecimiento de la inflación cuando implica mayores subidas
de precios, con medias anuales entre el 10 y el 30% en algunos países
industrializados, e incluso del cien por cien en algunos países en vías de
desarrollo. La inflación crónica tiende a perpetuarse, aumentando aún más a
medida que las distorsiones económicas y las expectativas pesimistas se van
acumulando. Para hacer frente a esta inflación crónica se frenan las
actividades normales de la economía: los consumidores compran bienes y
servicios para evitar los precios futuros; la especulación sobre la propiedad
aumenta; las empresas se centran en inversiones a corto plazo; los incentivos
para ahorrar, adquirir pólizas de seguros, planes de pensiones o bonos a largo
plazo son menores, puesto que la inflación erosiona su rentabilidad futura; los
gobiernos aumentan sus gastos corrientes anticipándose a menores ingresos en el
futuro; los países que dependen de sus exportaciones pierden ventajas
competitivas en el comercio internacional.
·
Inflación moderada.
Se
caracteriza por una lenta subida de los precios. Clasificamos entonces, con
arbitrariedad, las tasas anuales de inflación de un dígito. Cuando los precios
son relativamente estables, el público confía en el dinero. De esta manera lo
mantiene en efectivo porque dentro de un cierto tiempo (mes, año), tendrá casi
el mismo valor que hoy.
· Inflación
galopante.
Es una
inflación que tiene dos o tres dígitos, que oscila entre el 20, el 100 o el 200
% al año.
Dentro del
extremo inferior del conjunto encontramos países industriales avanzados, caso
de Italia. Otros países, como los latinoamericanos, Argentina y Brasil,
muestran en la década de los setenta y en la de los ochenta, tasas de inflación
entre el 50 y el 700 %.
· Hiperinflación.
Aunque
parezca que las economías sobreviven con la inflación galopante, el concepto de
la hiperinflación se afianza como una tercera división. Decimos que esta se
produce cuando los precios crecen a tasas superiores al 100 % anual.
CAUSAS DE LA
INFLACIÓN
La inflación
de demanda es aquel fenómeno que ocurre cuando la demanda excede a la oferta,
forzando el aumento de los precios y de los salarios, así como el coste de los
materiales, los costes de funcionamiento y los financieros. La inflación de
costes se produce cuando los precios aumentan para poder hacer frente a los
costes totales manteniendo los márgenes de beneficios. Se puede generar una
espiral inflacionista cuando las instituciones y los grupos de presión
reaccionan ante cada nueva subida de precios. Se producirá una deflación cuando
se consiga revertir la espiral inflacionista.
Existen
diferentes explicaciones sobre las causas de la inflación. De hecho parece que
existen diversos tipos de procesos económicos diferentes que producen
inflación, y esa es una de las causas por las cuales existen diversas
explicaciones: cada explicación trata de dar cuenta de un proceso generador de
inflación diferente, aunque no existe una teoría unificada que integre todos
los procesos.
ÍNDICE DE
INFLACIÓN
La
existencia de inflación durante un período implica un aumento sostenido (ya que
se incrementa a medida que pasa el tiempo) del precio de los bienes en general.
Para poder medir ese aumento, se crean diferentes índices que miden el
crecimiento medio porcentual de una cesta de bienes ponderada en función de lo
que se quiera medir.
El índice
más utilizado para medir la inflación es el "índice de precios al
consumidor" o IPC, el cual indica porcentualmente la variación en el
precio promedio de los bienes y servicios que adquiere un consumidor típico en
dos periodos de tiempo, usando como referencia lo que se denomina en algunos
países la cesta básica.
Existen
otros índices como son el "índice de precios al mayorista" (IPM) y el
"índice de precios al productor", los cuales difieren del IPC en que
no incluyen gravámenes e impuestos, ni la ganancia obtenida por mayoristas y
productores.
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